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---|---|
Toíto es hasta acostumbrarse.
Cariño le toma el preso
a las rejas de la cárcel.
| 30soleá
|
«Con todo, quiere Apolo que esta gente
religiosa se tenga aquí secreta»,
dijo el dios que presume de elocuente. | 33terceto
|
Pues navegáis, alma mía,
por el mar de pensamientos,
do sois de contrarios vientos
combatida cada día;
para no tener fortuna
mirad siempre aquella estrella
del norte, porque sin ella
no habréis bonanza ninguna. | 28copla_castellana
|
Que los reyes justicieros
y verdaderos y francos,
hacen llanos los barrancos,
y los castillos roqueros;
que a la justicia con franqueza
Y con verdad esmaltada,
nunca fue tal fortaleza,
tal constancia, tal firmeza,
que no fuese sojuzgada. | 38novena
|
En una linda floresta
De muchas flores y rosas
Vi tres doncellas hermosas
Que de amores han respuesta
y yo con voluntad presta
me llegué a las doncellas
y dijo la mayor de ellas
Esta canción muy honesta
Aguardaban para mí
nunca tales guardas vi. | 25décima_antigua
|
Marchando con su madre, Inés resbala,
cae al suelo, se hiere, y disputando
se hablan así después las dos llorando:
¡Si no fueras tan mala! No soy mala.
¿Qué hacías al caer?. Iba rezando. | 32quinteto
|
Potro de negro color,
nariz ancha, fino cabo,
crespa crin, tendido rabo,
cuello fino, ojo avizor;
enjaezado con primor,
de Alí corcel de combate,
nunca el cansancio lo abate
y casi no imprime el callo,
cuando se siente el caballo
herido del acicate. | 13espinela
|
Eres también el crisol
cual sol
en la tiniebla y penumbra
que alumbra
con su presencia encendida,
mi vida.
Estás conmigo adherida
con un broche de ternura
que con su brillo fulgura
cual sol que alumbra mi vida. | 0ovillejo
|
Con las horas los días, con los días
los años volarán,
y a aquella puerta llamarás al cabo...
¿Quién deja de llamar? | 23cuarteto_lira
|
Un niña que llora
tan sin parar
porque se ha estropeado
su delantal.
La niña,
que vino de Sevilla,
la cojo
y en mi capa la embozo;
le digo:
vente por mi camino.
| 16chamberga
|
Has alzado a los cielos la fortuna
de muchos que en el centro del olvido,
sin ver la luz del sol ni de la luna, | 33terceto
|
Ella espérame paciente,
La hora del reloj contando,
Sus labios canción cantando
Su fiel cariño creciente. | 19redondilla
|
En coplas llenas de azogue
gentil señor Juan Alfonso
haceos alto responso
y tañeos vuestro albogue
mas guarda que no se afogue
vuestra ciencia tan profunda
hace tan gran barahúnda
pero en esta arte fecunda
y más honda no se funda
nunca por más bien que bogue. | 25décima_antigua
|
¡Ay que te alejas; y me siento herido!
Ardo con amores, y con presto vuelo,
llegas al cielo; y a tu madre cuentas
tu tiranía. | 36estrofa_sáfica
|
Chiquiya, bente conmigo,
que no te fartará náa...
para andar encueros bibos. | 30soleá
|
Entre la hija y la mare
están echando unas cuentas,
las mismas que no le salen. | 30soleá
|
Las negras losas a mi fino acento
mil veces dieron ecos horrorosos;
y de dudosos ayes resonaron
túmulo y ara. | 36estrofa_sáfica
|
Empezar por Chopin
sería necesario: como un reloj su piano,
la caricia de ese cuerpo invisible
que es el tiempo, cuando la vida entonces
era sólo una anécdota y el futuro quizá
aún estaba en su sitio. | 39sexteto
|
Entonces, que tu culpa y tus despojos
la tierra guardará,
lavándote en las ondas de la muerte
como en otro Jordán; | 21silva_arromanzada
|
Tienen tanto que hacer
en cualquiera cosa vuestra,
que de firmes en la muestra,
las otras dejan de ver.
Diérame, pues quiso daros
tanto que mirar en vos,
muchos ojos, pues que dos
son pocos para miraros. | 28copla_castellana
|
No vi yo a Neptuno en carro dorado
andar por el agua, como se recuenta,
cuando, de la madre de Amor implorado,
la flota dardania libró de tormenta;
mas Tetis de esa, no punto contenta,
fundida la fusta y sus oquedades,
y juntas con ella las divinidades
del mar, aumentaban la mi sobrevienta.
| 41copla_arte_mayor
|
Y sus villas y sus tierras
ocupadas de tiranos
las halló;
mas por cercos y por guerras
y por fuerza de sus manos
las cobró. | 12sextilla
|
Vivir, ¿qué cosa es la vida?
la amargura de la miel,
desencuentro de la piel
rota por una mordida
de fiera recién comida
por el orgasmo del llanto;
los ángeles del espanto
escarban en las raíces
de todas las cicatrices…
nadie quiere durar tanto. | 13espinela
|
Paz a los dioses angustioso implora
calma les pide el mercader si mira
bravas las ondas de la mar que surca
con los cielos tan negros. | 37estrofa_francisco_de_la_torre
|
Con mis labios voy tocando
la dulzura que me entregas;
con mi lengua loca juegas
a tu jugo que se esconde.
Tengo boca que responde
al llamado del deseo
y en tu beso saboreo
algo suave y medio blando. | 15octavilla
|
No yores, que es tontería;
nunca pasé yo una pena
mientras mi mare bibía. | 30soleá
|
Así ocurrió que Roma de leyes carecía;
pidióselas a Grecia, que buenas las tenía.
Respondieron los griegos que no las merecía
ni había de entenderlas, ya que nada sabía. | 9cuaderna_vía
|
Ya se volvía el aurora
y en los prados imitaban
celosos lirios sus ojos,
jazmines sus manos blancas.
Las rosas en verdes lazos,
vestidas de blanco y nácar,
con hermosura de un día
daban envidia y venganza. | 4octava
|
Amanecieron en el claro oriente,
entre el aurora, perlas y cristales,
los dos hermosos soles celestiales
que al mundo alumbra con su luz ardiente. | 24cuarteto
|
una tropa gentil por la siniestra
parte del monte se descubre, ¡oh cielos,
que dais de vuestra providencia muestra! | 33terceto
|
y el hombre, en cuyo ser todo se encierra,
está en sombra en la tierra. | 3couplet
|
Y no es por falta de amarte,
pues nadie estuvo tan firme,
mas porque suelo venirme
a estos prados a mirarte,
y ora vengo a despedirme.
Hoy diera por no te ver,
aunque no tengo otra vida,
este alma de ti vencida,
solo por entretener
el dolor de la partida. | 6copla_real
|
Llegose a mí con el semblante adusto,
con estirada ceja y cuello erguido
(capaz de dar un peligroso susto
al tierno pecho del rapaz Cupido),
un animal de los que llaman sabios,
y de este modo abrió sus secos labios: | 34sexta_rima
|
Con er jaleo y el ole,
las muchachas de hoy en día
se lo isen a los hombres. | 30soleá
|
Y la nocturna belleza,
como vencida, se huía,
y sus péñolas cogía,
aunque sintiese graveza:
y como Alighieri reza
donde cuenta que durmió,
en sueños me pareció
ver una tal extrañeza. | 40copla_arte_menor
|
Toítas las mañanas
m'alebanto y digo:
er luserito que a mí m'alumbraba
ya no está conmigo. | 26seguidilla_gitana
|
ensando en tu cariño
me desconsuelo,
y lloro como un niño
que está de duelo. | 22seguidilla
|
Hay una frontera cierta,
tu puerta,
y por más que yo apalabre
no se abre,
insomne busco la clave
sin llave,
recito de forma suave
un amanecer sureño,
que el amor no tiene sueño
y puertas abre sin llave. | 0ovillejo
|
Pensar que es falso
eso llamado cielo.
¡pero qué bello! | 8haiku
|
¡Quien tuviera la dicha
de Adán y Eva
porque nunca tuvieron
suegro ni suegra!
también lograron
librarse de cuñadas
y de cuñados. | 27seguidilla_compuesta
|
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra. | 5cuarteta
|
Avive el seso y no pare
de hacer a Dios su servicio
si quisiere:
porque si a Dios contentare
hallará que es muy gran vicio
si ver quiere. | 31estrofa_manriqueña
|
¿Qué es amor sin esperanza?
la danza.
¿Quien responde a las razones?
los sones.
¿Y qué predicen los pasos?
Fracasos.
Se perciben los ocasos
cuando el sol se aleja en calma
y en los espejos del alma,
danzan sones los fracasos. | 0ovillejo
|
¿De Salomón encumbrado
Al fin no acabó el poder
Estupendo?
Siempre del seno del hado
Bien y mal, pena y placer
Van naciendo. | 31estrofa_manriqueña
|
Y si mudare mi fe
por otro nuevo cuidado,
caiga del mejor estado
que la fortuna me dé,
en el más desesperado.
No me encargues la venida,
muy dulce señora mía,
porque asaz de mal sería
tener yo en algo la vida
fuera de tu compañía." | 6copla_real
|
Y la voz de los borrachos,
Y sus brindis, sus quimeras,
Y el cantar de las rameras,
Y el desorden bacanal
En la lúgubre capilla
Penetran, y carcajadas,
Cual de lejos arrojadas
De la mansión infernal. | 15octavilla
|
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No sé qué tiene el aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos. | 4octava
|
Pues nuestro rey natural,
si de las obras que obró
fue servido,
dígalo el de Portugal
y en Castilla quien siguió
su partido. | 12sextilla
|
Llueve como si llorara
raudales un ojo inmenso,
un ojo gris, desangrado,
pisoteado en el cielo. | 11cantar
|
Juan Alfonso alzad la cara
hablad si algo vos sabéis
pero no vos atuféis
haciendo gran algazara,
o si no el señor de Lara
con toda su merindad
os tendrá que hacer, catad
en quitar la enemistad,
pues por Dios manso ya hablad
y será vuestra atijara.
| 25décima_antigua
|
Y más si hubo tormenta en sus orillas,
y él arrastra el botín de la tormenta,
si en su cielo la nube cenicienta
se incendió de centellas amarillas. | 24cuarteto
|
Y sentao junto al jogón
a esperar que venga el día,
al cimarrón le prendía
hasta ponerse rechoncho,
mientras su china dormía
tapadita con su poncho. | 12sextilla
|
Y el lomo le hinchan a golpes,
y le rompen la cabeza,
y luego con ligereza
ansí lastimao y todo,
lo amarran codo con codo
y pa el cepo lo enderiezan. | 12sextilla
|
Les dije yo respondiendo
según modo cortesano,
dócilmente proponiendo:
El Potente soberano
os influya en el mundano
orbe de felicidad
premio de rica bondad,
que es el galardón humano. | 40copla_arte_menor
|
Tiene en la gran miseria de tu estado
duro cielo, temiendo y esperando;
dilatado contento de fortuna
nunca viene seguro. | 37estrofa_francisco_de_la_torre
|
El buen caballero partió de su tierra;
allende los mares la gloria buscó;
los años volaban, se acabó la guerra;
y allende los mares hasta él voló,
voló un triste viento de su dulce tierra. | 32quinteto
|
Pa los esgrasiaos
han jecho un conbento;
er primerito que ayí se metiere
ha e sé mi cuerpo. | 26seguidilla_gitana
|
i O mar de quexas y agrauios,
donde miro tantos leños
çoçobrar y dar balaços
desde el abismo hasta el cielo,
gracias a Dios que seguro
de tus escollos me veo,
dando desde tus orillas
escarmentados consejos! | 4octava
|
aunque dijo que todos se escondiesen
cuando los rayos de su ingenio viesen. | 3couplet
|
Nace el pez, que no respira,
Aborto de ovas y lamas;
Y, apénas bajel de escamas
Sobre las ondas se mira,
Cuando á todas partes gira,
Midiendo la inmensidad
De tanta capacidad
Como le da el centro frío:
¿Y yo, con más albedrío.
Tengo menos libertad? | 13espinela
|
Si no tomas mi consejo,
Mingo, de aquesta vegada
habrás tal pestorejada
que te escueza el pestorejo.
Vete si quieres, hermano,
al pastor del cerro fano,
dile toda tu conseja,
espulgarte ha la pelleja,
podrá ser que vuelvas sano. | 38novena
|
Dicen que duermes sola
mientes como hay Dios
porque con el pensamiento
dormimos los dos. | 22seguidilla
|
Las sonantes cuerdas de aquel buen Anfión
que fueron de Tebas muralla y arreo,
jamás no tuvieron tanta perfección
como aquellos cursos melifluos, yo creo.
Pues de los más sabios alguno no leo
ni jamás he visto que así los entienda;
de su gran locuela reciben enmienda
los que se coronan del árbol laureo. | 41copla_arte_mayor
|
de gloria y que pasaron Pirineos y Andes;
por Lepanto y Otumba; por el Perú, por Flandes; | 3couplet
|
Entre aquel granado trigo
se ha escondido por tirarla,
y aunque es tan grande su Alteza,
toda su persona tapa. | 11cantar
|
Nunca dirás
que te deje morir
en el desierto. | 8haiku
|
Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste.
Un soplo milenario trae amagos de peste.
Se asesinan los hombres en el extremo Este. | 42terceto_monorrimo
|
¡Oh madero de salud,
por el cual es figurado
Cristo, en ti crucificado,
pues declaras tu virtud
cuando estás más desechado!
De gran humildad ejemplo
cuando, puesto en aquel suelo,
hecho paso te contemplo
entonces allí del templo
como agora eres del cielo. | 6copla_real
|
Casi en el aire
la virgen colgadita
sonríe y mira | 8haiku
|
No tardaron de poner
junto a la fuente una silla,
tan hermosa maravilla
que hasta es grave de creer:
que su gran resplandecer
toda vista contrastaba;
así que me denegaba
el mero reconocer. | 40copla_arte_menor
|
Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar. | 12sextilla
|
Con enojo muy grande le empecé a denostar;
le dije: “-Si Amor eres, no puedes aquí estar,
eres falso, embustero y ducho en engañar;
salvar no puedes uno, puedes cien mil matar. | 9cuaderna_vía
|
Ante todos los suyos opina el sabio griego:
—“Merecen los romanos la ley, no se la niego.”
Levantáronse todos con paz y con sosiego,
¡gran honra tuvo Roma por un vil andariego! | 9cuaderna_vía
|
Al cabo de algún tiempo
el amo al jardín vuelve;
halla secas las flores,
y amostazado dice de esta suerte: | 17endecha_real
|
Sabed que los triunfantes
en grado tan superiores
honorables dominantes
Cupido, Venus, señores
de los nobles amadores,
delibraron su pasaje
por este espeso salvaje
con todos sus servidores. | 40copla_arte_menor
|
Pero no es de mis hombros este peso:
fueron los que llegaron los famosos,
los dos maestros CALVO y VALDIVIESO. | 33terceto
|
¡Ay! ¿qué podrá ofrecerte
quien todo lo perdió? aquestas manos
osadas de ofenderte,
aquesto ojos vanos
te ofrezco, y estos labios tan profanos. | 14lira
|
A cazar va el caballero,
a cazar como solía,
los perros lleva cansados,
el halcón perdido había;
arrimárase a un roble,
alto es a maravilla,
en una rama más alta,
vido estar una infantina,
cabellos de su cabeza
todo el roble cubrían.
No te espantes, caballero,
ni tengas tamaña grima.
Fija soy yo del buen rey
y de la reina de Castilla,
siete fadas me fadaron
en brazos de una ama mía,
que andase los siete años
sola en esta montiña.
Hoy se cumplían los siete años,
o mañana en aquel día;
por Dios te ruego, caballero,
llévesme en tu compañía,
si quisieres, por mujer,
si no, sea por amiga.
Esperáisme vos, señora,
hasta mañana, aquel día,
iré yo tomar consejo
de una madre que tenía.
La niña le respondiera
y estas palabras decía:
¡Oh, mal haya el caballero
que sola deja la niña!
Él se va a tomar consejo,
y ella queda en la montiña.
Aconsejóle su madre
que la tomase por amiga.
Cuando volvió el caballero
no la hallara en la montiña:
vídola que la llevaban
con muy gran caballería.
El caballero, desque la vido,
en el suelo se caía;
desque en sí hubo tornado,
estas palabras decía:
Caballero que tal pierde,
muy grande pena merecía:
yo mismo seré el alcalde,
yo me seré la justicia:
que me corten pies y manos
y me arrastren por la villa | 1romance
|
Hay persona que a un pobre
no da un ochavo
y en la comedia y toros
gasta un ducado;
porque es grandeza
que se hagan los regalos
en donde suena. | 27seguidilla_compuesta
|
¿Dónde cogió el Amor, o de qué vena,
el oro fino de su trenza hermosa?
¿En qué espinas halló la tierna rosa
del rostro, o en qué prados la azucena? | 24cuarteto
|
Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris, me acerco
a los rosales del jardín... | 7serventesio
|
Escribir una quintilla
no resulta complicado;
fíjate que ya he llegado
casi al fin, ¡qué maravilla!,
y con esto, está acabado. | 29quintilla
|
¿quién es el que esto mira
y precia la bajeza de la tierra,
y no gime y suspira
y rompe lo que encierra
el alma y destos bienes la destierra? | 14lira
|
El padre, que buscar desea partido,
al dios que está en Milesio sacrifica.
"En el yermo más solo y ascondido
dejalda sola —en su respuesta explica—:
llevalda como a muerta, que marido
mortal no debe haber —le certifica—,
mas un dios volador, desnudo y ciego,
que el mundo abrasa con ponzoña y fuego." | 4octava
|
Sorda hija del mar, cuyas orejas
a mis gemidos son rocas al viento:
o dormida te hurten a mis quejas
purpúreos troncos de corales ciento,
o al disonante número de almejas
-marino, si agradable no, instrumento-
coros tejiendo estés, escucha un día
mi voz, por dulce, cuando no por mía. | 2octava_real
|
A la vera tuya
no puedo volver...
¡Cómo por unas palabritas locas
se pierde un querer! | 26seguidilla_gitana
|
Los ojos entreabre, aquellos ojos
tan claros como el día,
y la tierra y el cielo, cuanto abarcan,
arden con nueva luz en sus pupilas. | 21silva_arromanzada
|
Salió del mar, y con furor terrible
halló tu fin, donde comienza España,
el de tu fama no, que le acompaña
el alma de tu pluma inaccesible. | 24cuarteto
|
Y ambos maldicen su estrella,
callando el padre severo
y suspirando la bella,
porque nació mujer ella,
y el viejo nació altanero. | 29quintilla
|
Pues es Jesús testigo
de sus combates fieros,
haz tú que en sus desgracias
siempre se muestren con glorioso esfuerzo | 17endecha_real
|
Viviste cual apóstol
y cual mártir has muerto.
¡Ah, cuando así se muere,
qué dicha es el morir, ah, qué consuelo! | 17endecha_real
|
Para hacerte gozar con mi alegría,
para que sufras tú con mi dolor,
Para que sientas palpitar mi vida,
hice mis versos yo. | 21silva_arromanzada
|
Hatos ciento en tu campo, y cien novillas
Oyes mugir, y relinchar tus yeguas
Y lanas viste que tiñó dos veces
La púrpura de Tiro. | 37estrofa_francisco_de_la_torre
|
Y las sus claras hazañas
que hicieron en las guerras
y en las paces,
cuando tú, cruda, te ensañas,
con tu fuerza las aterras
y deshaces. | 12sextilla
|
Por saber más de su fecho
delibré de lo fablar,
e fuyme luego derecho
para él syn más tardar;
e maguer que avisar
yo me quisiera primero,
antes se quitó el sonbrero
que le pudiese saluar. | 15octavilla
|
El casca-nueces-vacías,
Colón de cien vanidades,
vive de supercherías
que vende como verdades. | 5cuarteta
|
¡Ay, déjenme los cielos, que la gloria,
que por fortuna y por su mano viene,
no será deseada eternamente
de mi afligido espíritu! | 37estrofa_francisco_de_la_torre
|
Hace sueño, me regaño
las pestañas, no me escuchan,
mis ojos húmedos luchan
con Ella y se me hacen daño,
camino un poco, me baño
de noche pero está yerta.
Me vuelvo a sentar, es cierta
la pesadilla del sueño
y sobre el cuerpo sin dueño
la voz no duerme despierta. | 13espinela
|
Sus pábilos en hilera
simulan negro rosario;
por la torcida escalera
baja el cuervo al santuario. | 5cuarteta
|
¡Ay, un galán de esta villa;
ay, un galán de esta casa;
ay, él por aquí venía;
ay, él por aquí llegaba.
Ay, diga lo que quería;
ay, diga lo que buscaba.
Ay, busco la blanca niña;
ay, busco la niña blanca,
que tiene voz delgadina,
que tiene la voz delgada.
Ay, que no la hay esta villa
ay, que no la hay esta casa,
si non era una mi prima,
si non era una mi hermana.
Ay, diga a la blanca niña,
ay, diga a la niña blanca,
ay, que su amante la espera,
ay, que su amante la aguarda
al pie de la fuente fría,
al pie de la fuente clara,
que por el río corría,
que por el río manaba,
donde canta la culebra,
donde la culebra canta.
Por arriba de una peña,
por arriba de una mata
apareció una doncella,
es hija del rey de Arabia.
Ya su buen amor venía,
ya su buen amor llegaba,
por sobre la verde oliva,
por sobre la verde rama,
por donde ora el sol salía,
por donde ora el sol rayaba.
Ay, mañana la tan fría;
ay, mañana la tan clara,
ay, llegáronse a la ermita;
ay, llegáronse a la sala,
ay, donde el abad diz misa,
ay, donde el abad misaba,
ay, misaba en la montiña;
ay, misaba en la montaña,
ay, el molacín la audiba,
ay, el molacín la audaba,
ay, cantaba la culebra,
ay, la culebra cantaba;
ay, tiene voz de doncella,
ay, tiene voz de galana;
ay, vueltas las que darían,
ay, vueltas las que le daban;
ay, mandara el rey prenderla,
ay, mandara el rey prendarla. | 1romance
|
Subsets and Splits