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46 classes
Jerío e muerte, caío en er suelo, que Dios se lo pague á los sordaítos que m'arrecogieron.
26seguidilla_gitana
Una noche mi padre, siendo yo niño, mirando que la pena me consumía, con las frases que dicta sólo el cariño, lanzó de mi destino la profecía, una noche mi padre, siendo yo niño.
32quinteto
los unos a los otros alterados se miran, con mudanza de colores, temiéndose que fuesen corredores espías o enemigos desmandados;
24cuarteto
Esa luna que nada en lo caliente de los besos que arrastran la lujuria, en tu mar, con tus olas y tu furia. Nuestras piernas unidas por un puente donde llega el placer a la centuria.
32quinteto
¿De quién tuvo amor e insania? ¡De Tania! ¿Quién, al final, fue dañina? ¡Dina! ¿Y es hoy dueña de su pene? ¡Irene! Ser macho alfa es lo que tiene. ¿Qué tiene? Un desgaste enorme. (A la espera del informe de Tania, Dina e Irene).
0ovillejo
Cuando contemplo el cielo de innumerables luces adornado, y miro hacia el suelo de noche rodeado, en sueño y en olvido sepultado,
14lira
Preciosa, llena de miedo, entra en la casa que tiene, más arriba de los pinos, el cónsul de los ingleses. Asustados por los gritos tres carabineros vienen, sus negras capas ceñidas y los gorros en las sienes. El inglés da a la gitana un vaso de tibia leche, y una copa de ginebra que Preciosa no se bebe. Y mientras cuenta, llorando, su aventura a aquella gente, en las tejas de pizarra el viento, furioso, muerde.
1romance
Cuando yo te quise a ti, se cuajaron los rosales e rosa e pitiminí.
30soleá
Entremos al Alcázar; frente al muro Que enguirnalda muslímica leyenda, Pronuncia las palabras del conjuro: Te quiero con el alma, te lo juro Y te doy este beso como prenda.
32quinteto
mostraban que en servirla eran servidas, y que por su ocasión de todas gentes en más veneración eran tenidas.
33terceto
Y Dios manifestará los secretos corazones; habrá lloros a montones, y el malo regañará. Perderá su claridad el sol y luna y estrellas, y el resplandor dél y de ellas se tornará oscuridad.
28copla_castellana
Pasó un día y otro día, un mes y otro mes pasó, y un año pasado había; mas de Flandes no volvía Diego, que a Flandes partió.
29quintilla
Fierro en su tinta faconea la noche a los ponchazos
8haiku
En el alba de la vida todo es luz esplendorosa. ¡Qué esperanza tan hermosa es la esperanza nacida! ¡Oh, primavera florida! ¡cuántas aves! ¡cúanta flor! ¡cuánto divino rumor! turba la apacible calma, cuando se despierta el alma al primer beso de amor!
13espinela
Ver otro cielo, otro monte, otra playa, otro horizonte.
3couplet
Aquí donde, sereno, corre el Betis undoso, y en mi llanto amoroso dio al indio mar veneno, con mal acorde lira canté lo que a mi genio Febo inspira.
45sexteto_lira
Un clérigo. Empiece el canto. El doctor. ¡Cesó el sufrir! El padre. ¡Me ahoga el llanto! La madre. ¡Quiero morir!
5cuarteta
Es cosa bien segura: molino andando gana, huerta mejor labrada da la mejor manzana, la mujer requerida anda siempre lozana; con estas tres verdades no obrarás cosa vana.
9cuaderna_vía
Vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me aventan la garganta.
11cantar
Cuantos aman atendiendo desaman desesperando, y yo menos esperando, más en el fuego me enciendo. La voluntad no movible, deseosa, ¿quién la puede constreñir? Cuando a Dios es imposible la tal cosa, yo no puedo resistir.
25décima_antigua
¿Tania sacó algún apaño? ¡Escaño! ¿Dina, algún premio (y no módico)? ¡Periódico! ¿E Irene,por su adhesión? ¡Casoplón! Cada hembra, su galardón, pues Pablo, que no es tacaño, las compensa con escaño, periódico o casoplón.
0ovillejo
Al tocar esparcía Aromas del rosal De la Virgen María.
10tercetillo
a un tiempo mismo en rápida tormenta, mi alma alborotaban de contino, cual las olas que azota con violenta cólera, impetuoso torbellino. Soñaba al héroe ya, la plebe atenta en mi voz escuchaba su destino; ya al caballero, al trovador soñaba, y de gloria y de amores suspiraba.
2octava_real
Nochesita oscura me dio Dios baló, pa yebarme á mi compañerita jasta er panteón.
26seguidilla_gitana
Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo un ignorante soberbio.
11cantar
Así, con tal entender, todos sentidos humanos conservados, cercado de su mujer y de sus hijos y hermanos y criados, dio el alma a quien se la dio el cual la ponga en el cielo en su gloria, que aunque la vida perdió, dejonos harto consuelo su memoria.
31estrofa_manriqueña
Asióse a su estribo Inés, gritando: ¿Diego, eres tú? Y él, viéndola de través, dijo: ¡Voto a Belcebú, que no me acuerdo quién es!
29quintilla
Si tú me oyeses, señora, de mi mal te informaría, para ver si mi dolor algo te lastimaría. Mientras la voz de mis quejas mis tormentos sumaría, por ventura tu dureza en piedad transformaría. Mientra el llanto destos ojos mi pena conformaría, la triste alma enamorada con ansia te llamaría. De todos tus accidentes dos mil quejas formaría; lo que decir no supiese el llanto lo afirmaría. Con las señales del mal, las quejas conformaría; si no quisieses oírme, de ti el Amor clamaría; y si por ser de tu parte de mí desconformaría, tu hermosura, señora, por defensa tomaría. Quien viéndote no te amase, por loco lo estimaría, y así la razón de amarte a tu rigor domaría; mientra el buen conosçimiento tu beldad sublimaría, el sentido, enamorado, de paciencia se armaría, y si del desdén se armase, la fe lo desarmaría. Nuevas prisiones al alma yo mesmo las tramaría; las tempestades pasadas el tiempo las calmaría. Lo que más hasta aquí he amado por ti lo desamaría; si cuidado ageno tengo, yo me lo reformaría. La trama en que'stado envuelto ella se destramaría, viendo que sólo en amarte de veras me extremaría. Ni me quejaría de Amor, ni de ti reclamaría; si más que amé amar pudiese, de nuevo más te amaría. Sólo tu nombre, señora, día y noche exclamaría; y así, a pesar de Fortuna, contra viento remaría.
1romance
Amar es el hechizo, que en amores la victoria y las dichas asegura, y somete el pudor y la hermosura, y corona al amante de favores.
24cuarteto
Gorjeaban los dulces ruiseñores, el sol iluminaba mi alegría, el aura susurraba entre las flores, el bosque mansamente respondía, las fuentes murmuraban sus amores. ¡Ilusiones que llora el alma mía!, ¡oh!, ¡cuán süave resonó en mi oído el bullicio del mundo y su ruïdo!
2octava_real
Venía la carne con cuero, la sabrosa carbonada, mazamorra bien pisada los pasteles y el güen vino... pero ha querido el destino, que todo aquello acabara.
12sextilla
Cuando baya en busca tuya, los ojitos se me sarten como granitos e ubas.
30soleá
A lo lejos, por el llano, en confuso remolino, vio de hombres tropel lejano que en pardo polvo liviano dejan envuelto el camino.
29quintilla
Una sartén sin rabo me dió mi suegra cada vez que reñimos la sarten suena; pero es el caso que siempre que reñimos hay sartenazo.
27seguidilla_compuesta
Sintiendo los deliquios ella, luego, con la venda del ciego la sangradura le ata, y se retira. ¿Quién de lo tal se admira, si en Dueñas hoy y en todo su partido lo más obedecido es lo que acuña el cuño? Quien quisiere, pues, huevos, abra el puño.
4octava
Es tu imágen tan bella, tan peregrina que es forzoso adorarla cuando se mira
22seguidilla
Una falta le hallo al Amor poderoso la cual a vos, señoras, descubrirla no oso; pero no me toméis por decidor medroso, aquí está: que el Amor es un gran mentiroso.
9cuaderna_vía
Yo te confieso, ¡oh bárbaro!, y no niego que algunos de los muchos que escogiste sin que el respeto te forzase o el ruego,
33terceto
En el valor singular y amor que a Carlos ostenta, sólo la antigua Vizcaya competirá con la Nueva.
11cantar
Al cabo de ellos consiguió llevarle Vasco á Mudarra. De que el pobre albergue Era el de la nodriza de su hermano, Y de sus aventuras y su temple Informado ya estaba el joven moro, Y quiso ver y conocer á un ente Tan raro y singular. Entró en la choza, Acompañado del borracho Pérez : Al rumor de su entrada la cabeza, Como la de un cadáver que se mueve Escuchando el conjuro, alzó el vestiglo. Los ojos espantados y lucientes Clavó en el jóven, al semblante dando Color, vida, expresión, y de repente Se alzó, con tanta actividad y brio, Que al hijo horrorizó. Dió un grito fuerte De sorpresa, exclamando: El es, no hay duda!" Y con los brazos extendidos fuese Al joven, le estrecho., de llanto y besos Las mejillas cubriéndole y la freate. No pareció al Expósito gustoso Recibimiento tal, que no fué breve ; Y creyéndose en brazos de una bruja, Empezó á trasudar y á estremecerse. Solióle al fin la vieja, entrambas manos Contra el pecho le puso, atentamente Examinóle el rostro, y á abrazarle Volvió,"No hay duda,él es!" gritando siempre. Tornó a observarle y prosiguió : A mis ojos "Está mas espigado....Me parece "Mas moreno de rostro....Mi Gonzalo!!! " ¿Por qué en el traje de los perros vienes ? "Ponte tu cuera y sayo Ay hijo mió ! Niño del alma ! muestra las crueles Heridas que los bárbaros te han hecho, Y deja que mis labios ta las besen." "No me respondes?.... hijo !.... soy Elvida, Elvida que te dió su alma y su leche. ¿Te acuerdas, Gonzalvico, di, te acuerdas Cuánto te aperreabas, y las veces" "Que te canté el romance de Jimena, Para que te acallaras y durmieses? ¿ Te acuerdas que si ei amo te reñía, Eran mis faldas tu refugo siempre;" " Y que del capellán y del l u e n Ñuño Era solo mi afán el defenderte ? ¿Te acuerdas, bijo mió, del gran golpe Que te dio el potro aquel?...Ah!...sino hubiese' "Sido por Mendo el picador Yo sola, Yo sola te curé, pues que perene Permanecí junto á tu lecho, y puse En tus heridas el bendito aceite," " Que me dio el peregrino." Así charlaba La vieja, y sin saber qué responderle, El cordobés atónito la mira, Y su hablar y actitudes le suspenden. La sorpresa y asombro del mancebo Pronto á la pobre vieja heló ; y al verle Callar á sus preguntas, un instante Quedó confusa, se anubló su frente, Y se murieron sus vivaces ojos, Y.con voz sepulcral, " Ah ....cuál le tienen,' Exclamó, "los maléficos encantos! "Desventurada yo !....Ni aun conocerme" " L e dejan los espíritus malignos. ¿ De qué me sirve recobrarle y verle, Si le recobro y miro en tal estado ? Joven se ha conservado sí, parece" Que no paso por él ni un solo instante; Mas su alma envejeció : claro se advierte En su olvido y frialdad. Ama infelice ! Vieja infelice yo !....que no merece" " N i una sola caricia ni un recuerdo! " No pudo continuar, desfalleciente, Ahogada en llanto y de dolor rendida Cayó en su lecho, sin poder valerse. Darle anhela Mudarra algún consuelo, Y alivio á su aflicción; pero no quiere Su error alimentar, aunqué conoce Que es el sacarle de él, golpe de muerte, Las dulces ilusiones destruyendo Que aun momentos de dicha darle pueden. Se acercó y abrazóla ; mas palabras Hallar le fué imposible que concierten Con los recuerdos de la pobre Elvida. De la choza salió con un vehemente Interes por su anciana habitadora ; Y con socorros mejoró su suerte. Hablando al tierno padre en favor de ella; Y ropa, lecho y los precisos muebles Le procuró, y á verla cada dia Va por la larde, y divertido suele Pasar allí gran rato. Aquel cariño Que le demuestra tan sincero siemprej Aquel hablarle de la edad pasada, Inmutable en su empeño de tenerle Por una apariciónj las menudencias Que á su casa y hermanos pertenecen, Referidas cual cosas que él no ignora Y su dificultad de responderle ; A su conversación con la nodriza Dan un confuso vago, y otras veces Tan misteriosa oscuridad, y un giro Tan tierno y melancólico, que ejercen Gran poder en el pecho de Mudarra Y en su imaginación, rica y ardiente. Elvida por su parte solo anhela Que de la tarde e término se acerque. Para que venga a su apartada choza, Pues vive solo para amarle y verle. Siempre al llegar, le abraza y acaricia, Y preparado algún refresco tiene : Ya dulces limas, peros ó naranjas, Ya requesones ó cuajada leche, Ya bollos, blanca miel y seca fruta, U otra cualquiera pcqueñez, que suele Vasco bascar por su mandato en Salas, Y que Mudarra acepta y agradece; Aunque ve con dolor que al retirarse, Como de sus respuestas nunca quede Satisfecha la pobre, se la deja Atormentada y pesarosa siempre, Y con llanto en las áridas mejillas, Porqué ya su Gonzalo no la entiende. La tarde pues á que llegado habernos. Que es la del dia clásico y solemne En que se celebró la ceremonia De legitimación, cuando impaciente Dejó la mesa y los cansados brindis Mudarra, y á vagar al campo fuese Pensó á la choza de la pobre El vida, En declinando el sol, ir como suele. Pero á sus varios pensamientos dando Larga rienda en los bosques, á perderse Llegó en su laberinto, y persiguiendo A través de malezas y vertientes Una ave extraña de gallarda pluma, Que de una en otra rama el vuelo tiende, Al espirar la luz, se halló enselvado, Y tuvo que pensar en recogerse. Dejémosle alejado de la ehoza, Pues lo dispone así su buena suerte, Y volvamos á Salas y al palaeio, Donde aun siguen las fiestas y banquetes.
18romance_arte_mayor
Ay, río de Triana, muerto entre luces. No embarca la chalana los andaluces.
22seguidilla
No había andado mucho aún de la carrera —apenas iba siendo la jornada tercera- Cuando tuvo un encuentro por una carretera: Mostrábase por bueno, y en verdad no lo era.
9cuaderna_vía
El falso transformose en ángel verdadero; parósele delante en medio de un sendero. «Seas el bienvenido —le dijo a este romero—; me parece; de veras simple como un cordero,
9cuaderna_vía
¡Oh monte, oh fuente, oh río! ¡Oh secreto seguro, deleitoso! roto casi el navío, a vuestro almo reposo huyo de aqueste mar tempestuoso.
14lira
La gente despavorida, plebeyos y ciudadanos, y los patricios ancianos lloren la vuestra partida. Llore la ciudad perdida, pues que se perdió, perdiendo a vos, a quien yo no entiendo igual en la humana vida.
40copla_arte_menor
Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerzo inútil! Me rodean, me acosan, y unos tras otros a clavarme vienen agudo aguijón que el alma encona.
21silva_arromanzada
Yo no pongo en duda que si de Catulo hubiese la lengua o muy virgiliana, y me socorriesen Proporcio y Tibulo, y Libio, escribiente la gesta romana, a tarde podría, ni Tulio, que explana y cendra los cursos del gentil hablar, con pluma abondosa decir y notar cuánto de virtudes es fija cercana.
41copla_arte_mayor
y por su agenda agora traspasa luego espacio con ligero pie y ala voladora el gran Portocarrero, osado de ocupar el bien primero.
14lira
Pastora, cuya ventura Dios quiera que sea tal, que no venga a emplear mal tanta gracia y hermosura; y cuyos mansos corderos, y ovejuelas almagradas, veas crecer a manadas por cima de estos oteros.
28copla_castellana
¿Qué vale humana defensa a divino poderío? El que asaya desvarío, rescibir espera ofensa. Desque la flama es estensa e carcunda los sentidos, sus remedios son gemidos, cuita e dolor inmensa.
15octavilla
Quise saber su viaje, y con toda diligengia abrevié por el boscaje el paso sin detenencia. Con retórica elocuencia vinieron de continente a me salvar sabiamente, denotando su prudencia.
15octavilla
Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar.
5cuarteta
En fin, ella es la cifra do se apura lo provechoso, honesto y deleitable, partes con quien se aumenta la ventura.
33terceto
Somos culpables de todo lo que hicimos... y del silencio.
8haiku
Decidme: La hermosura, la gentil frescura y tez de la cara, la color y la blancura, cuando viene la vejez, ¿cuál se para?
12sextilla
El pétalo inocente en sus secretos canales atesora más veneno que la ortiga punzante... Desconfía de la belleza.
36estrofa_sáfica
Si a otros ojos he visto, mátenme, Fabio, tus airados ojos; si a otro cariño asisto, asístanme implacables tus enojos; y si otro amor del tuyo me divierte, tú, que has sido mi vida, me des muerte.
45sexteto_lira
El cielo abre un gesto verde, y ríe el desequilibrio de un sátiro de ludibrio enfermo de absintio verde... En hipótesis se pierde el horizonte errabundo, y el campo meditabundo de informe turbión se puebla, como que todo es tiniebla en la conciencia del Mundo.
13espinela
¡Oh heroico Macabeo, cuánta gloria se aumenta a tus ilustres sienes, con el fin que coronas tus empresas!
17endecha_real
De Lara la prisión y el exterminio De los suyos de Arlanza en las riberas Resonaron muy pronto ; mas no hicieron En Castilla impresión. La falsa idea," " Por el mismo Giafar acalorada, De que traidor con engañosas nuevas Vender á su nación había intentado, No estaba desmentida ni deshecha " Antes bien apoyada por Velázquez, Que enajenado contemplaba en ella Un campo dilatado y abundoso. En que dar pasto á su venganza horrenda." "Donde llenó de indignación los pechos, Fué allá en León, en que adorados eran Los siete Infantes, los gallardos hijos Del infeliz que estaba entre cadenas." "Ellos, apenas la cruel noticia El corazón les traspasó cual flecha, No lágrimas inútiles vertieron. No al cielo alzaron impotentes quejas;" " L a libertad del padre y la venganza Juraron, de furor las almas llenas : Su pendón arbolaron noble hueste De la florida juventud leones Y de fieles vasallos de su padre, Que al son de sus clarines se reunieran, Juntaron con presura; y se arrojaron. En el Eterno su esperanza puesta," " A arrollar nuestro imperio poderoso, Esperando plantar en las almenas De Córdoba triunfantes sus pendones, Y al padre rescatar á viva fuerza." u ¡Disculpable arrogancia, pues nacía De justa indignación !...Pero no era, Por fortuna de Córdoba, á sus brios Y á su noble furor igual la empresa." " Los jóvenes incautos los consejos Despreciando de Ñuño y la experiencia, Que temió con razón que al precipicio Su arrojo y ciego ardor los condujera " " Como torrente que bramando rompe Hinchado y ronco el cauce que lo enfrena, Pasaron nuestro término Infelices! Qué sima estaba ante sus piés abierta !" ( Glafar, que informe recibió al momento De sus nobles designios, con reserva A Bvirgos despachó su confidente. Para hacer á Eliazim la atroz propuesta e entablar paz segura eon Velázquez, Si los hijos de Lara se le entregan. No fué preciso mas : un negro crimen A otro, y á otro, y a mil abre la puerta;" "Pues como el risco, así que se desprende De la ardua cumbre de empinada sierra, Crece en velocidad, en peso, en furia, Al bajar despeñado por la cuesta ;" " El mortal que se arroja de delitos Y atrocidades á la sima horrenda. Mientras comete mas, mas se enfurece, Y mientras se hunde mas, mas los anhela.' Los siete hermanos, míseros! principio A su noble venganza heroico dieran : Todo á sus lanzas invencibles cede, Y lodo sus caballos lo atrepellan " Mas ni una sola voz ni un solo paso Daban, sin que al momento lo supiera El sagaz Abdalá, feroz guerrero, A quien Giafar mandara á toda priesa" A observarlos astuto y destruirlos, Con órdenes atroces y secretas. ¡ Dos traidores ganados por Velázquez los confidentes de sus planes eran!!!
18romance_arte_mayor
Velas tú por el día, enajenada, confundida en la luz que en sí te sume, y en las oscuras noches te sumerges en la inconciencia.
36estrofa_sáfica
Commo yo ledo viviese e sin fatiga mundana, y la cruel, inhumana fortuna lo tal sintiese, ordenó que me siguiese esta enemiga malvada amor con tan gran mesnada, a quien yo no registiese.
15octavilla
Con aire tal y con ardor tan vivo, que a la estatua nacían de repente en el muslo viril patas de chivo y dos cuernos de sátiro en la frente.
7serventesio
la diesa mandava a todos como feziesen, e de qué guisa plañesen aquella que tanto amava; maldiziendo la ventura por que tal gentil figura deste siglo se apartava.
43copla_mixta
De gran dicha la luz inesperada, De gran desastre el impensado golpe, Hacen por lo común el mismo efecto En el sensible corazón del hombre Que es, sorprenderlo y embargarlo todo, Confundiendo su aliento y sensaciones En tan hondo estupor, que hasta peligro Hay de que en muerte súbita se torne. As/ el anciano Lara, en el momento Que de su confusión pasó el desorden, Y conoció que estaba en su presencia El hijo aquel, de sus afanes norte ; Exánime cayó, y en largo rato Mas insensible que el helado bronce, Ni el labio alienta, ni los brazos mueve, Ni á las personas que le cercan, oye. En un salón sobre su tosca silla. En que tiembla tansolo se conoce, Y en el calor de sus flexibles miembros, Que aun sangre y vida por sus venas corren. El arcipreste confundido apela A salmos y á devotas oraciones; Vinagre y agua en el marchito rostro Esparce Ñuño 5 viejos servidores Desatentados giran; y en el seno De Zaide afligidísimo se esconde Mudarra, hundido en el terror. Muy pronto La agitación universal calmóse, Viendo moverse al respetable anciano, Y que el letargo, que le oprime, rompe, Pues lanzando un suspiro, de repente Se incorpora, vivísimos colores Dando á su faz , y en derredor tendiendo Los brazos exclamó : Donde está, dónde " El hijo de miamor?"—4'Aquí, á tus plantas," En ellas arrojándose veloce, Le respondió Mudarra. Y el anciano A buscarle inclinándose, estrechóle Contra su seno, alzándole de tierra, Y / ' V e n , " le dijo,"ódulce prenda ¡...ponte," Siéntate en estas débiles rodillas, Pues les da el cielo bienhechor que gozen El dulce peso de mi amado hijo : Reclínate en mi pecho, y que recobre" 1 *' Con tu fuego calor....Hijo del alma! ¿Hay mas feliz que yo nadie en el orbe? Hijo mió ¡....mi bien!....hijo!!! Mi labio Saber no quiere articular tu nombre :" ''Diego, Martin, Fernando, Suero, Enrice, Veremundo, Gonzalo....aquel que brote De estos primero mi memoria, el tuyo Será, y feliz en mis delirios logre En ti á los siete recobrar." Diciendo Así, cubría del hermoso joven Con lágrimas y besos el semblante; Mas cesó de repente y anublóse Su venerable faz, alzó los brazos, Y con voz que partió los corazones, " Oh cielos !" exclamó ; "dadme la vista " ü n momento, no mas, no mas—que logre" " Ver yo, solo un instante, al hijo mió, " Y vuelva á hundirme en sempiterna noche." Quedó en silencio, y en silencio todos Los presentes también. Pero tórnese De nuevo el padre al hijo idolatrado, Otra vez en su seno reclinóle. Respirando su aliento embebecido ; Y con las manos trémulas, que entónces El oficio llenaban de la vista, Le palpaba del rostro las facciones. La robusta cerviz, los anchos hombros, Y los nervudos brazos. Reconoce El traje musulmán, y, " O Dios," prorumpe; " Nacido del pecado ea los errores, " No quiero verle hasta que vuestro sea. " AI venir á mis brazos, ¿fué tu norte Hijo, la santa fe de tus abuelos?.... Vienes para abjurar la secta torpe, " Que, infelice! profesas?"—"Padre mió," Le responde Mudarra, que hasta entónces Embargado de gozo y de ternura Apénas alentó : "no reconoce "Mas voluntad mi pecho que la vuestra^ 4' Obedeceros es mi único norte," " M i solo afán el ser vuestro consuelo ; Y vengándoos de pérfidos traidores, Vuestra inocencia demostrando al mundo, La gloria restaurar de vuestro nombre." Tembló el anciano al escuchar al hijo : De gozo y de terror su faz cubrióse Alternativamente; y en un punto Brillaron los fulgentes arreboles De esperanzas altísimas en ella, Y del espanto y desaliento atroces Las pavorosas nubes la cubrieron. Quedóse mudo un breve espacio, inmoble. Triunfando en su pecho las ideas De religión, ó acaso los temores De aun perder aquel hijo inesperado. De nuevo entre sus brazos estrechóle. Cual si esconderle en ellos pretendiera," Y girando la faz sin vista, donde Se pintaba el horror de quien en torno Los puñales descubre y gritos oye De aleves asesinos, que venganza Escuchando anunciar, tiemblan y corren A exterminar al vengador, ocultos Entre las densas sombras de la noche 5 ** No pienses tal, mi bien; nunca, hijo mió," Le contexto con penetrantes voces : £í ¡Exponer tu existencia por vengarme! " Jamas, jamas....¿ Qué importa de loshombm " L a opinión, si los cielos mi inocencia Y mi lealtad, y mi honradez conocen? No quiero, no, venganzas, hijo mió. Funestas siempre á quien tras de ellas corre." "Perdonados están mis enemigos : "Perdonados están. Dios me perdone " Como yo los perdono. Hijo del alma! " Tú exponerte? jamas !!!"—"Padre," responde El gallardo mancebo, " padre mió! — "¿Y vengo á pronunciar tan dulce nombre, " Para que el hijo del traidor me llamen, 6 Y ser ludibrio y maldición del orbe '¿Para al triunfo servir de la impostura, Y perpetuar, en vez de sangre noble. Una sangre afrentada, envilecida? — ¿Para heredar en fin esos borrones," "Que de este alcázar la fachada enlutan " Gritando infamia con eternas voces ? " — Se escandeció la faz del ciego Lara Al escuchar al generoso joven, Cuyas palabras como rayos fueron Que penetrando en el helado bosque, Por mas que esté de nieves abrumado, Lo incendian al momento. Estremecióse Gústios de Lara : el fuego de su hijo Fulminante abrasó su pecho noble; Y la resignación ó indiferencia, Que el padecer, la edad, las aflicciones, La religión, y hasta el despecho mismo Dieron á su alma helada, disipóse. En aquel tiempo renaciendo en ella El amor á la gloria. De su nombre La infamia y el baldón de su familia, Que ya en él no concluye, y los horrores Du su afrentosa situación de pronto Descubre, y asombrado reconoce Y que ni hijos, ni bienes, ni descanso La deshonra compensan.—Encaróse ( Cual pudiera gozando de la vista) Con Mudarra, dei seno separóle, Poniéndole ambas manos en los hombros, Y dijo en voz solemne :¿ " Eres tú, ó jóven, ''Ministro de las iras del Eterno? " ¿Será tu esfuerzo tal, di, que me borre" " Esos signos de afrenta, y que restaure " De mi familia el calumniado nombre ?".... No pudo proseguir 5 fué harto violento El cambio repentino de pasiones Que su cascado corazón sintiera. Agitación terrible conmovióle, Y embargada la voz, convulso todo, En el cuello del hijo reclinóse. Tomando la palabra en aquel punto Zaide, el prudente Zaide, que hasta entónces En ternísimas lágrimas deshecho. Mudo, cual los demás expectadores, De hijo y padre la escena contemplaba, Prorumpió en firme acento : "Reconoce, O Lara insigne, al que en tus brazos tienes " Cual mensajero del Autor del orbe Él te lo envía á demostrar al mundo Que nunca deja impunes los atroces Crímenes, y que siempre á la inocencia Da su eterna justicia vengadores." ' ' E l cielo con prodigios lo ha mostrado, Y alto principio lia dado ya este joven A su santa misión. Sí, Gústios Lara, Para que le dé cima y la corone," " A tus plantas le traigo. Es hijo tuyo -, Mas solo fuera un infortunio enorme Un hijo, en tus terribles circunstancias. Si de tu casa, de tu gloria y nombre" "Restaurador no fuera. Ánimo, amigo : Hijo y vengador tienes. Lo dispone Así el Omnipotente, y sus decretos Se cumplen á despecho de los hombres."— Al acento de Zaide, recobrado Tornó en sí Lara, y extendiendo á donde La voz oyó , los brazos, " Zaide '. " grita, " Mi generoso Zaide !...llega, corre" " A abrazarme....Despues dea Dios, amigo, A ti solo deudor se reconoce Este anciano infeliz de la alta dicha, Que fin á todos sus desastres pone Llega á mis brazos, vuela...Y tú, fiel Ñuño Ven y estrecha en los tuyos á este joven. Hermano es, ay! de aquellos que educaste 5 Reciba también este tus lecciones." " Vos, ó arcipreste, al Dios de tierra y cielo Con sacros himnos y con santas voces Gracias solemnes dad, y suplicádle Que á estehijo de mi amor nunca abandone." " Y vosotros, ó ilustres caballeros, Mis parientes y fieles servidores. Ved al que el brazo del Señor me envía Para heredero de mi casa y nombre.'' ** Reconocédle como á tal : de Sálas Será, como lo fueron sus mayores. El padre y defensor ^ y vuestros hijos La victoria hallarán tras sus pendones." Dijo el anciano : enmudecido Zaide En sus trémulos brazos arrojóse : Ñuño con gran cariño de Mudarra Besó la ardiente faz. El sacerdote Al artesón las palmas levantando, En un Te Denm prorumpió; y al joven Cercando los hidalgos y escuderos, Hincada una rodilla, en altas voces Le rinden de lealtad el homenaje, Y futuro señor le reconocen Del estado de Sálas : ofreciendo La antigua estancia, á inedia luz entonces, Un cuadro digno deque el gran Velázquez, Gloria de los pinceles españoles, O el insigne Rembrant, ejercitaran En él su ingenio y mágicos colores.
18romance_arte_mayor
áoy la virgen misteriosa De los últimos amores, Y ofrezco un lecho de flores Sin espinas ni dolor, Y amante doy mi cariño Sin vanidad ni falsía; No doy placer ni alegría; Mas es eterno mi amor
15octavilla
A contemplarlo en la desierta plaza nos paramos los dos, y «ése -me dijo- es el cabal emblema de mi constante amor».
23cuarteto_lira
Al Señor Corpus Cristi, háganle fiestas y verán con la Forma que les festeja, pues luego regala con su Cuerpo y atiendan que una blanca le cuesta, la joya nos la dará en su gloria.
16chamberga
Natura de lobas son ciertamente en escoger, de anguillas en retener, en contrastar de erison, no estiman virtuf ni alteça, seso, bondat nin saber, mas catan abinentesa, talle de obrar, é franquesa, do puedan bienes haber.
38novena
mientras a cada labio, por cogello, siguen más ojos que al clavel temprano, y mientras triunfa con desdén lozano del luciente cristal tu gentil cuello;
24cuarteto
Así el alma se desagua cuando va de culpas llena. ¡San Juan y la Magdalena! Un baño parece el agua.
19redondilla
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
7serventesio
No tengas selitos ni pases fatigas, compañera mía, que no quiero á naide mientras tú me bibas.
26seguidilla_gitana
Las dádivas desmedidas, los edificios reales llenos de oro, las vajillas tan fabridas, los enriques y reales del tesoro;
12sextilla
En la falda del Kar, cuya ardua cumbre atalaya es del mar Mediterráneo, que émulo del hispano Caridemo contrapone el Atlante mauritano; allí, donde las ruinas de Tagaste ofrecen suntuosos desengaños a la humana soberbia en mil fragmentos que el tiempo perdonó de industria acaso; desde donde los altos homenajes de los muros de Orán, blasón preclaro del católico esfuerzo resplandecen, cuando no asustan con tronantes rayos; allí, donde las ramas enlazadas del fresno verde, del taray copado al claro sol la entrada dificultan, y hermoso pabellón tejen al campo; Basir y Amar, honor de la Numidia, ambos pastores, y soldados ambos, en cuya mano un instrumento mismo tal vez es alcabuz, tal vez cayado; músicos y cantores, cuyas gracias, unidas a un espíritu gallardo probado en lides mil, los acreditan Martes de Libia, Orfeos africanos; guiados de unos mismos pensamientos, amantes igualmente y desdeñados, sobre el florido césped descansaban, si en quien ama se puede dar descanso. Y viendo que, tranquilos por el bosque la verde grama peinan sus ganados, y a insultos militares prevenidos tascan los duros frenos sus caballos; templados los nudosos albogones, con que Pan el primero trilló el labio, de su amor y armonía el dulce duelo empiezan, voz y música alternando. El vulgo de los árboles parece que atento escucha sus acentos blandos, que no es nuevo milagro en la armonía dar sentido a los troncos y peñascos. Desdenes de Jelifa Basir llora, y Amar llora de Jaira el pecho helado. ¡Dichosos en llorar sólo rigores!, ¡infeliz del que llora desengaños! Como un mismo dolor los afligía, ambos a un mismo tiempo suspiraron, siendo en los dos el aire del suspiro alma del instrumento, voz del canto.
18romance_arte_mayor
¡Oh, canas de los viejos ermitaños que, cual nieve de cumbres desoladas, no las vieron brotar ojos extraños, ni alisaron jamás manos armadas!, ¡oh, canas de los viejos ermitaños!
32quinteto
Canta en la noche, canta en la mañana, ruiseñor, en el bosque tus amores; canta, que llorará cuando tú llores el alba perlas en la flor temprana.
24cuarteto
Do vive el blando amor, vive la risa, y a donde muere, muere nuestra vida, y el sabroso placer se vuelve en llanto, y en tenebrosa sempiterna noche la clara luz del sosegado día, y es el vivir sin él amarga muerte.
39sexteto
Soy el hada blanca que deja el camino fatal de la Vida regado de luz; que enciende en las almas un fuego divino; que oculta al humano su pobre destino y de su existencia suaviza la cruz.
32quinteto
Cercaban entorno la bestia caida otra mil bestias maguer diferentes: y de su muy gran caida gimientes y no de su culpa cevil cometida. No pienso que pluma ni mente leida podría decir ni pintar por entero la fea visión del caído Lucero, y de su malina batalla vencida con la potencia de Dios verdadero.
38novena
Un licenciado de un ingenio inmenso es aquél, y, aunque en traje mercenario, como a señor le dan las Musas censo;
33terceto
¿Qué se hicieron las damas, sus tocados y vestidos, sus olores? ¿Qué se hicieron las llamas de los fuegos encendidos de amadores? ¿Qué se hizo aquel trovar, las músicas acordadas que tañían? ¿Qué se hizo aquel danzar, aquellas ropas chapadas que traían?
31estrofa_manriqueña
Caluroso, al arroyo da las manos, y con ellas las ondas a su frente, entre dos mirtos que, de espuma canos, dos verdes garzas son de la corriente. Vagas cortinas de volantes vanos corrió Favonio lisonjeramente a la de viento, cuando no sea cama de frescas sombras, de menuda grama.
2octava_real
«El vivir que es perdurable no se gana con estados mundanales, ni con vida delectable donde moran los pecados infernales;
12sextilla
Pero digo que acompañen y lleguen hasta la huesa con su dueño: por eso no nos engañen, pues se va la vida apriesa como sueño;
12sextilla
Su horrenda voz, no su dolor interno, cabras aquí le interrumpieron, cuantas -vagas el pie, sacrílegas el cuerno- a Baco se atrevieron en sus plantas. Mas, conculcado el pámpano más tierno viendo el fiero pastor, voces él tantas, y tantas despidió la honda piedras, que el muro penetraron de las hiedras.
2octava_real
¿Amariya y con ojeras?... No le preguntes qué tiene; que está queriendo e beras.
30soleá
Del cielo descenderá y en carne será presente a juzgar toda la gente el Rey que siempre será el incrédulo y el fiel verán a Dios poderoso, con sus santos glorïoso desde el siglo en el fin dél.
28copla_castellana
Entramos por la escureza del triste lugar ete[r]no, a do vi tanta graveza bien como en el ynfierno. Dédalo, [quel] grand quaderno [obró] de tal gumetría, por cjerto aquí cesaría su saber, si bien disgierno.
15octavilla
la cual, de error armada y de arrogancia, quiere canonizar y dar renombre inmortal y divino a la ignorancia;
33terceto
Con penas m'acuesto con más m'alebanto; la curpa la tiene mi compañerita, por quererla tanto.
26seguidilla_gitana
Una cana orgullosa es una cana rodeada de laurel y flores blancas.
3couplet
Yo la vestimenta de Pierrot tenía, Y aunque me alegraba y aunque me reía, Moraba en mi alma la melancolía.
42terceto_monorrimo
A fe que de mi amador Sospechar nunca pudiera Que tan presto convirtiera A Cupido en orador. Mas faltan al trovador, Para cautivarme, galas. No son las endechas malas; Pero yo nunca he podido Imaginarme un Cupido Con levi-sac y sin alas.
13espinela
Pasó mil caminantes sobre sus hombros, y sin tomarles mucho cargó con todo; el paso fue del río mal vado sus mañas vio, y por todo pasaba, pues siempre le siguió la corriente.
16chamberga
¿A dónde iré que no vaya mi perdición a buscar? Tu destino es de la playa y mi vocación del mar.
5cuarteta
Claro de luna, dile que vuelva pronto. Nunca la olvide.
8haiku
Nubes de tempestad que rompe el rayo y en fuego ornáis las desprendidas orlas, arrebatado entre la niebla obscura, ¡llevadme con vosotras!
23cuarteto_lira
Cuando te beo bení, son jachares pa mi bata y alegría para mí.
30soleá
No digáis: Ayúdeos Dios si los podéis socorrer de presente; porque si mucho dio a vos, fue para dar de comer al paciente.
31estrofa_manriqueña