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14.2k
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class label 46
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---|---|
Jerío e muerte,
caío en er suelo,
que Dios se lo pague á los sordaítos
que m'arrecogieron. | 26seguidilla_gitana
|
Una noche mi padre, siendo yo niño,
mirando que la pena me consumía,
con las frases que dicta sólo el cariño,
lanzó de mi destino la profecía,
una noche mi padre, siendo yo niño. | 32quinteto
|
los unos a los otros alterados
se miran, con mudanza de colores,
temiéndose que fuesen corredores
espías o enemigos desmandados; | 24cuarteto
|
Esa luna que nada en lo caliente
de los besos que arrastran la lujuria,
en tu mar, con tus olas y tu furia.
Nuestras piernas unidas por un puente
donde llega el placer a la centuria. | 32quinteto
|
¿De quién tuvo amor e insania?
¡De Tania!
¿Quién, al final, fue dañina?
¡Dina!
¿Y es hoy dueña de su pene?
¡Irene!
Ser macho alfa es lo que tiene.
¿Qué tiene? Un desgaste enorme.
(A la espera del informe
de Tania, Dina e Irene). | 0ovillejo
|
Cuando contemplo el cielo
de innumerables luces adornado,
y miro hacia el suelo
de noche rodeado,
en sueño y en olvido sepultado, | 14lira
|
Preciosa, llena de miedo,
entra en la casa que tiene,
más arriba de los pinos,
el cónsul de los ingleses.
Asustados por los gritos
tres carabineros vienen,
sus negras capas ceñidas
y los gorros en las sienes.
El inglés da a la gitana
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Preciosa no se bebe.
Y mientras cuenta, llorando,
su aventura a aquella gente,
en las tejas de pizarra
el viento, furioso, muerde. | 1romance
|
Cuando yo te quise a ti,
se cuajaron los rosales
e rosa e pitiminí. | 30soleá
|
Entremos al Alcázar; frente al muro
Que enguirnalda muslímica leyenda,
Pronuncia las palabras del conjuro:
Te quiero con el alma, te lo juro
Y te doy este beso como prenda. | 32quinteto
|
mostraban que en servirla eran servidas,
y que por su ocasión de todas gentes
en más veneración eran tenidas. | 33terceto
|
Y Dios manifestará
los secretos corazones;
habrá lloros a montones,
y el malo regañará.
Perderá su claridad
el sol y luna y estrellas,
y el resplandor dél y de ellas
se tornará oscuridad. | 28copla_castellana
|
Pasó un día y otro día,
un mes y otro mes pasó,
y un año pasado había;
mas de Flandes no volvía
Diego, que a Flandes partió. | 29quintilla
|
Fierro en su tinta
faconea la noche
a los ponchazos | 8haiku
|
En el alba de la vida
todo es luz esplendorosa.
¡Qué esperanza tan hermosa
es la esperanza nacida!
¡Oh, primavera florida!
¡cuántas aves! ¡cúanta flor!
¡cuánto divino rumor!
turba la apacible calma,
cuando se despierta el alma
al primer beso de amor! | 13espinela
|
Ver otro cielo, otro monte,
otra playa, otro horizonte. | 3couplet
|
Aquí donde, sereno,
corre el Betis undoso,
y en mi llanto amoroso
dio al indio mar veneno,
con mal acorde lira
canté lo que a mi genio Febo inspira. | 45sexteto_lira
|
Un clérigo. Empiece el canto.
El doctor. ¡Cesó el sufrir!
El padre. ¡Me ahoga el llanto!
La madre. ¡Quiero morir! | 5cuarteta
|
Es cosa bien segura: molino andando gana,
huerta mejor labrada da la mejor manzana,
la mujer requerida anda siempre lozana;
con estas tres verdades no obrarás cosa vana. | 9cuaderna_vía
|
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta. | 11cantar
|
Cuantos aman atendiendo
desaman desesperando,
y yo menos esperando,
más en el fuego me enciendo.
La voluntad no movible,
deseosa,
¿quién la puede constreñir?
Cuando a Dios es imposible
la tal cosa,
yo no puedo resistir. | 25décima_antigua
|
¿Tania sacó algún apaño?
¡Escaño!
¿Dina, algún premio (y no módico)?
¡Periódico!
¿E Irene,por su adhesión?
¡Casoplón!
Cada hembra, su galardón,
pues Pablo, que no es tacaño,
las compensa con escaño,
periódico o casoplón. | 0ovillejo
|
Al tocar esparcía
Aromas del rosal
De la Virgen María. | 10tercetillo
|
a un tiempo mismo en rápida tormenta,
mi alma alborotaban de contino,
cual las olas que azota con violenta
cólera, impetuoso torbellino.
Soñaba al héroe ya, la plebe atenta
en mi voz escuchaba su destino;
ya al caballero, al trovador soñaba,
y de gloria y de amores suspiraba. | 2octava_real
|
Nochesita oscura
me dio Dios baló,
pa yebarme á mi compañerita
jasta er panteón. | 26seguidilla_gitana
|
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio. | 11cantar
|
Así, con tal entender,
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos y hermanos
y criados,
dio el alma a quien se la dio
el cual la ponga en el cielo
en su gloria,
que aunque la vida perdió,
dejonos harto consuelo
su memoria. | 31estrofa_manriqueña
|
Asióse a su estribo Inés,
gritando: ¿Diego, eres tú?
Y él, viéndola de través,
dijo: ¡Voto a Belcebú,
que no me acuerdo quién es! | 29quintilla
|
Si tú me oyeses, señora,
de mi mal te informaría,
para ver si mi dolor
algo te lastimaría.
Mientras la voz de mis quejas
mis tormentos sumaría,
por ventura tu dureza
en piedad transformaría.
Mientra el llanto destos ojos
mi pena conformaría,
la triste alma enamorada
con ansia te llamaría.
De todos tus accidentes
dos mil quejas formaría;
lo que decir no supiese
el llanto lo afirmaría.
Con las señales del mal,
las quejas conformaría;
si no quisieses oírme,
de ti el Amor clamaría;
y si por ser de tu parte
de mí desconformaría,
tu hermosura, señora,
por defensa tomaría.
Quien viéndote no te amase,
por loco lo estimaría,
y así la razón de amarte
a tu rigor domaría;
mientra el buen conosçimiento
tu beldad sublimaría,
el sentido, enamorado,
de paciencia se armaría,
y si del desdén se armase,
la fe lo desarmaría.
Nuevas prisiones al alma
yo mesmo las tramaría;
las tempestades pasadas
el tiempo las calmaría.
Lo que más hasta aquí he amado
por ti lo desamaría;
si cuidado ageno tengo,
yo me lo reformaría.
La trama en que'stado envuelto
ella se destramaría,
viendo que sólo en amarte
de veras me extremaría.
Ni me quejaría de Amor,
ni de ti reclamaría;
si más que amé amar pudiese,
de nuevo más te amaría.
Sólo tu nombre, señora,
día y noche exclamaría;
y así, a pesar de Fortuna,
contra viento remaría. | 1romance
|
Amar es el hechizo, que en amores
la victoria y las dichas asegura,
y somete el pudor y la hermosura,
y corona al amante de favores. | 24cuarteto
|
Gorjeaban los dulces ruiseñores,
el sol iluminaba mi alegría,
el aura susurraba entre las flores,
el bosque mansamente respondía,
las fuentes murmuraban sus amores.
¡Ilusiones que llora el alma mía!,
¡oh!, ¡cuán süave resonó en mi oído
el bullicio del mundo y su ruïdo! | 2octava_real
|
Venía la carne con cuero,
la sabrosa carbonada,
mazamorra bien pisada
los pasteles y el güen vino...
pero ha querido el destino,
que todo aquello acabara. | 12sextilla
|
Cuando baya en busca tuya,
los ojitos se me sarten
como granitos e ubas. | 30soleá
|
A lo lejos, por el llano,
en confuso remolino,
vio de hombres tropel lejano
que en pardo polvo liviano
dejan envuelto el camino. | 29quintilla
|
Una sartén sin rabo
me dió mi suegra
cada vez que reñimos
la sarten suena;
pero es el caso
que siempre que reñimos
hay sartenazo. | 27seguidilla_compuesta
|
Sintiendo los deliquios ella, luego,
con la venda del ciego
la sangradura le ata, y se retira.
¿Quién de lo tal se admira,
si en Dueñas hoy y en todo su partido
lo más obedecido
es lo que acuña el cuño?
Quien quisiere, pues, huevos, abra el puño. | 4octava
|
Es tu imágen tan bella,
tan peregrina
que es forzoso adorarla
cuando se mira | 22seguidilla
|
Una falta le hallo al Amor poderoso
la cual a vos, señoras, descubrirla no oso;
pero no me toméis por decidor medroso,
aquí está: que el Amor es un gran mentiroso. | 9cuaderna_vía
|
Yo te confieso, ¡oh bárbaro!, y no niego
que algunos de los muchos que escogiste
sin que el respeto te forzase o el ruego, | 33terceto
|
En el valor singular
y amor que a Carlos ostenta,
sólo la antigua Vizcaya
competirá con la Nueva. | 11cantar
|
Al cabo de ellos consiguió llevarle
Vasco á Mudarra. De que el pobre albergue
Era el de la nodriza de su hermano,
Y de sus aventuras y su temple
Informado ya estaba el joven moro,
Y quiso ver y conocer á un ente
Tan raro y singular. Entró en la choza,
Acompañado del borracho Pérez :
Al rumor de su entrada la cabeza,
Como la de un cadáver que se mueve
Escuchando el conjuro, alzó el vestiglo.
Los ojos espantados y lucientes
Clavó en el jóven, al semblante dando
Color, vida, expresión, y de repente
Se alzó, con tanta actividad y brio,
Que al hijo horrorizó. Dió un grito fuerte
De sorpresa, exclamando: El es, no hay duda!"
Y con los brazos extendidos fuese
Al joven, le estrecho., de llanto y besos
Las mejillas cubriéndole y la freate.
No pareció al Expósito gustoso
Recibimiento tal, que no fué breve ;
Y creyéndose en brazos de una bruja,
Empezó á trasudar y á estremecerse.
Solióle al fin la vieja, entrambas manos
Contra el pecho le puso, atentamente
Examinóle el rostro, y á abrazarle
Volvió,"No hay duda,él es!" gritando siempre.
Tornó a observarle y prosiguió : A mis ojos
"Está mas espigado....Me parece
"Mas moreno de rostro....Mi Gonzalo!!!
" ¿Por qué en el traje de los perros vienes ?
"Ponte tu cuera y sayo Ay hijo mió !
Niño del alma ! muestra las crueles
Heridas que los bárbaros te han hecho,
Y deja que mis labios ta las besen."
"No me respondes?.... hijo !.... soy Elvida,
Elvida que te dió su alma y su leche.
¿Te acuerdas, Gonzalvico, di, te acuerdas
Cuánto te aperreabas, y las veces"
"Que te canté el romance de Jimena,
Para que te acallaras y durmieses?
¿ Te acuerdas que si ei amo te reñía,
Eran mis faldas tu refugo siempre;"
" Y que del capellán y del l u e n Ñuño
Era solo mi afán el defenderte ?
¿Te acuerdas, bijo mió, del gran golpe
Que te dio el potro aquel?...Ah!...sino hubiese'
"Sido por Mendo el picador Yo sola,
Yo sola te curé, pues que perene
Permanecí junto á tu lecho, y puse
En tus heridas el bendito aceite,"
" Que me dio el peregrino." Así charlaba
La vieja, y sin saber qué responderle,
El cordobés atónito la mira,
Y su hablar y actitudes le suspenden.
La sorpresa y asombro del mancebo
Pronto á la pobre vieja heló ; y al verle
Callar á sus preguntas, un instante
Quedó confusa, se anubló su frente,
Y se murieron sus vivaces ojos,
Y.con voz sepulcral, " Ah ....cuál le tienen,'
Exclamó, "los maléficos encantos!
"Desventurada yo !....Ni aun conocerme"
" L e dejan los espíritus malignos.
¿ De qué me sirve recobrarle y verle,
Si le recobro y miro en tal estado ?
Joven se ha conservado sí, parece"
Que no paso por él ni un solo instante;
Mas su alma envejeció : claro se advierte
En su olvido y frialdad. Ama infelice !
Vieja infelice yo !....que no merece"
" N i una sola caricia ni un recuerdo! "
No pudo continuar, desfalleciente,
Ahogada en llanto y de dolor rendida
Cayó en su lecho, sin poder valerse.
Darle anhela Mudarra algún consuelo,
Y alivio á su aflicción; pero no quiere
Su error alimentar, aunqué conoce
Que es el sacarle de él, golpe de muerte,
Las dulces ilusiones destruyendo
Que aun momentos de dicha darle pueden.
Se acercó y abrazóla ; mas palabras
Hallar le fué imposible que concierten
Con los recuerdos de la pobre Elvida.
De la choza salió con un vehemente
Interes por su anciana habitadora ;
Y con socorros mejoró su suerte.
Hablando al tierno padre en favor de ella;
Y ropa, lecho y los precisos muebles
Le procuró, y á verla cada dia
Va por la larde, y divertido suele
Pasar allí gran rato. Aquel cariño
Que le demuestra tan sincero siemprej
Aquel hablarle de la edad pasada,
Inmutable en su empeño de tenerle
Por una apariciónj las menudencias
Que á su casa y hermanos pertenecen,
Referidas cual cosas que él no ignora
Y su dificultad de responderle ;
A su conversación con la nodriza
Dan un confuso vago, y otras veces
Tan misteriosa oscuridad, y un giro
Tan tierno y melancólico, que ejercen
Gran poder en el pecho de Mudarra
Y en su imaginación, rica y ardiente.
Elvida por su parte solo anhela
Que de la tarde e término se acerque.
Para que venga a su apartada choza,
Pues vive solo para amarle y verle.
Siempre al llegar, le abraza y acaricia,
Y preparado algún refresco tiene :
Ya dulces limas, peros ó naranjas,
Ya requesones ó cuajada leche,
Ya bollos, blanca miel y seca fruta,
U otra cualquiera pcqueñez, que suele
Vasco bascar por su mandato en Salas,
Y que Mudarra acepta y agradece;
Aunque ve con dolor que al retirarse,
Como de sus respuestas nunca quede
Satisfecha la pobre, se la deja
Atormentada y pesarosa siempre,
Y con llanto en las áridas mejillas,
Porqué ya su Gonzalo no la entiende.
La tarde pues á que llegado habernos.
Que es la del dia clásico y solemne
En que se celebró la ceremonia
De legitimación, cuando impaciente
Dejó la mesa y los cansados brindis
Mudarra, y á vagar al campo fuese
Pensó á la choza de la pobre El vida,
En declinando el sol, ir como suele.
Pero á sus varios pensamientos dando
Larga rienda en los bosques, á perderse
Llegó en su laberinto, y persiguiendo
A través de malezas y vertientes
Una ave extraña de gallarda pluma,
Que de una en otra rama el vuelo tiende,
Al espirar la luz, se halló enselvado,
Y tuvo que pensar en recogerse.
Dejémosle alejado de la ehoza,
Pues lo dispone así su buena suerte,
Y volvamos á Salas y al palaeio,
Donde aun siguen las fiestas y banquetes. | 18romance_arte_mayor
|
Ay, río de Triana,
muerto entre luces.
No embarca la chalana
los andaluces. | 22seguidilla
|
No había andado mucho aún de la carrera
—apenas iba siendo la jornada tercera-
Cuando tuvo un encuentro por una carretera:
Mostrábase por bueno, y en verdad no lo era. | 9cuaderna_vía
|
El falso transformose en ángel verdadero;
parósele delante en medio de un sendero.
«Seas el bienvenido —le dijo a este romero—;
me parece; de veras simple como un cordero, | 9cuaderna_vía
|
¡Oh monte, oh fuente, oh río!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso. | 14lira
|
La gente despavorida,
plebeyos y ciudadanos,
y los patricios ancianos
lloren la vuestra partida.
Llore la ciudad perdida,
pues que se perdió, perdiendo
a vos, a quien yo no entiendo
igual en la humana vida.
| 40copla_arte_menor
|
Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerzo inútil!
Me rodean, me acosan,
y unos tras otros a clavarme vienen
agudo aguijón que el alma encona. | 21silva_arromanzada
|
Yo no pongo en duda que si de Catulo
hubiese la lengua o muy virgiliana,
y me socorriesen Proporcio y Tibulo,
y Libio, escribiente la gesta romana,
a tarde podría, ni Tulio, que explana
y cendra los cursos del gentil hablar,
con pluma abondosa decir y notar
cuánto de virtudes es fija cercana. | 41copla_arte_mayor
|
y por su agenda agora
traspasa luego espacio con ligero
pie y ala voladora
el gran Portocarrero,
osado de ocupar el bien primero. | 14lira
|
Pastora, cuya ventura
Dios quiera que sea tal,
que no venga a emplear mal
tanta gracia y hermosura;
y cuyos mansos corderos,
y ovejuelas almagradas,
veas crecer a manadas
por cima de estos oteros. | 28copla_castellana
|
¿Qué vale humana defensa
a divino poderío?
El que asaya desvarío,
rescibir espera ofensa.
Desque la flama es estensa
e carcunda los sentidos,
sus remedios son gemidos,
cuita e dolor inmensa. | 15octavilla
|
Quise saber su viaje,
y con toda diligengia
abrevié por el boscaje
el paso sin detenencia.
Con retórica elocuencia
vinieron de continente
a me salvar sabiamente,
denotando su prudencia. | 15octavilla
|
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar. | 5cuarteta
|
En fin, ella es la cifra do se apura
lo provechoso, honesto y deleitable,
partes con quien se aumenta la ventura. | 33terceto
|
Somos culpables
de todo lo que hicimos...
y del silencio. | 8haiku
|
Decidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color y la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para? | 12sextilla
|
El pétalo inocente en sus secretos
canales atesora más veneno
que la ortiga punzante... Desconfía
de la belleza. | 36estrofa_sáfica
|
Si a otros ojos he visto,
mátenme, Fabio, tus airados ojos;
si a otro cariño asisto,
asístanme implacables tus enojos;
y si otro amor del tuyo me divierte,
tú, que has sido mi vida, me des muerte. | 45sexteto_lira
|
El cielo abre un gesto verde,
y ríe el desequilibrio
de un sátiro de ludibrio
enfermo de absintio verde...
En hipótesis se pierde
el horizonte errabundo,
y el campo meditabundo
de informe turbión se puebla,
como que todo es tiniebla
en la conciencia del Mundo. | 13espinela
|
¡Oh heroico Macabeo,
cuánta gloria se aumenta
a tus ilustres sienes,
con el fin que coronas tus empresas! | 17endecha_real
|
De Lara la prisión y el exterminio
De los suyos de Arlanza en las riberas
Resonaron muy pronto ; mas no hicieron
En Castilla impresión. La falsa idea,"
" Por el mismo Giafar acalorada,
De que traidor con engañosas nuevas
Vender á su nación había intentado,
No estaba desmentida ni deshecha
" Antes bien apoyada por Velázquez,
Que enajenado contemplaba en ella
Un campo dilatado y abundoso.
En que dar pasto á su venganza horrenda."
"Donde llenó de indignación los pechos,
Fué allá en León, en que adorados eran
Los siete Infantes, los gallardos hijos
Del infeliz que estaba entre cadenas."
"Ellos, apenas la cruel noticia
El corazón les traspasó cual flecha,
No lágrimas inútiles vertieron.
No al cielo alzaron impotentes quejas;"
" L a libertad del padre y la venganza
Juraron, de furor las almas llenas :
Su pendón arbolaron noble hueste
De la florida juventud leones
Y de fieles vasallos de su padre,
Que al son de sus clarines se reunieran,
Juntaron con presura; y se arrojaron.
En el Eterno su esperanza puesta,"
" A arrollar nuestro imperio poderoso,
Esperando plantar en las almenas
De Córdoba triunfantes sus pendones,
Y al padre rescatar á viva fuerza."
u ¡Disculpable arrogancia, pues nacía
De justa indignación !...Pero no era,
Por fortuna de Córdoba, á sus brios
Y á su noble furor igual la empresa."
" Los jóvenes incautos los consejos
Despreciando de Ñuño y la experiencia,
Que temió con razón que al precipicio
Su arrojo y ciego ardor los condujera "
" Como torrente que bramando rompe
Hinchado y ronco el cauce que lo enfrena,
Pasaron nuestro término Infelices!
Qué sima estaba ante sus piés abierta !"
( Glafar, que informe recibió al momento
De sus nobles designios, con reserva
A Bvirgos despachó su confidente.
Para hacer á Eliazim la atroz propuesta
e entablar paz segura eon Velázquez,
Si los hijos de Lara se le entregan.
No fué preciso mas : un negro crimen
A otro, y á otro, y a mil abre la puerta;"
"Pues como el risco, así que se desprende
De la ardua cumbre de empinada sierra,
Crece en velocidad, en peso, en furia,
Al bajar despeñado por la cuesta ;"
" El mortal que se arroja de delitos
Y atrocidades á la sima horrenda.
Mientras comete mas, mas se enfurece,
Y mientras se hunde mas, mas los anhela.'
Los siete hermanos, míseros! principio
A su noble venganza heroico dieran :
Todo á sus lanzas invencibles cede,
Y lodo sus caballos lo atrepellan
" Mas ni una sola voz ni un solo paso
Daban, sin que al momento lo supiera
El sagaz Abdalá, feroz guerrero,
A quien Giafar mandara á toda priesa"
A observarlos astuto y destruirlos,
Con órdenes atroces y secretas.
¡ Dos traidores ganados por Velázquez
los confidentes de sus planes eran!!!
| 18romance_arte_mayor
|
Velas tú por el día, enajenada,
confundida en la luz que en sí te sume,
y en las oscuras noches te sumerges
en la inconciencia. | 36estrofa_sáfica
|
Commo yo ledo viviese
e sin fatiga mundana,
y la cruel, inhumana
fortuna lo tal sintiese,
ordenó que me siguiese
esta enemiga malvada
amor con tan gran mesnada,
a quien yo no registiese. | 15octavilla
|
Con aire tal y con ardor tan vivo,
que a la estatua nacían de repente
en el muslo viril patas de chivo
y dos cuernos de sátiro en la frente. | 7serventesio
|
la diesa mandava
a todos como feziesen,
e de qué guisa plañesen
aquella que tanto amava;
maldiziendo la ventura
por que tal gentil figura
deste siglo se apartava. | 43copla_mixta
|
De gran dicha la luz inesperada,
De gran desastre el impensado golpe,
Hacen por lo común el mismo efecto
En el sensible corazón del hombre
Que es, sorprenderlo y embargarlo todo,
Confundiendo su aliento y sensaciones
En tan hondo estupor, que hasta peligro
Hay de que en muerte súbita se torne.
As/ el anciano Lara, en el momento
Que de su confusión pasó el desorden,
Y conoció que estaba en su presencia
El hijo aquel, de sus afanes norte ;
Exánime cayó, y en largo rato
Mas insensible que el helado bronce,
Ni el labio alienta, ni los brazos mueve,
Ni á las personas que le cercan, oye.
En un salón sobre su tosca silla.
En que tiembla tansolo se conoce,
Y en el calor de sus flexibles miembros,
Que aun sangre y vida por sus venas corren.
El arcipreste confundido apela
A salmos y á devotas oraciones;
Vinagre y agua en el marchito rostro
Esparce Ñuño 5 viejos servidores
Desatentados giran; y en el seno
De Zaide afligidísimo se esconde
Mudarra, hundido en el terror. Muy pronto
La agitación universal calmóse,
Viendo moverse al respetable anciano,
Y que el letargo, que le oprime, rompe,
Pues lanzando un suspiro, de repente
Se incorpora, vivísimos colores
Dando á su faz , y en derredor tendiendo
Los brazos exclamó : Donde está, dónde
" El hijo de miamor?"—4'Aquí, á tus plantas,"
En ellas arrojándose veloce,
Le respondió Mudarra. Y el anciano
A buscarle inclinándose, estrechóle
Contra su seno, alzándole de tierra,
Y / ' V e n , " le dijo,"ódulce prenda ¡...ponte,"
Siéntate en estas débiles rodillas,
Pues les da el cielo bienhechor que gozen
El dulce peso de mi amado hijo :
Reclínate en mi pecho, y que recobre" 1
*' Con tu fuego calor....Hijo del alma!
¿Hay mas feliz que yo nadie en el orbe?
Hijo mió ¡....mi bien!....hijo!!! Mi labio
Saber no quiere articular tu nombre :"
''Diego, Martin, Fernando, Suero, Enrice,
Veremundo, Gonzalo....aquel que brote
De estos primero mi memoria, el tuyo
Será, y feliz en mis delirios logre
En ti á los siete recobrar." Diciendo
Así, cubría del hermoso joven
Con lágrimas y besos el semblante;
Mas cesó de repente y anublóse
Su venerable faz, alzó los brazos,
Y con voz que partió los corazones,
" Oh cielos !" exclamó ; "dadme la vista
" ü n momento, no mas, no mas—que logre"
" Ver yo, solo un instante, al hijo mió,
" Y vuelva á hundirme en sempiterna noche."
Quedó en silencio, y en silencio todos
Los presentes también. Pero tórnese
De nuevo el padre al hijo idolatrado,
Otra vez en su seno reclinóle.
Respirando su aliento embebecido ;
Y con las manos trémulas, que entónces
El oficio llenaban de la vista,
Le palpaba del rostro las facciones.
La robusta cerviz, los anchos hombros,
Y los nervudos brazos. Reconoce
El traje musulmán, y, " O Dios," prorumpe;
" Nacido del pecado ea los errores,
" No quiero verle hasta que vuestro sea.
" AI venir á mis brazos, ¿fué tu norte
Hijo, la santa fe de tus abuelos?....
Vienes para abjurar la secta torpe,
" Que, infelice! profesas?"—"Padre mió,"
Le responde Mudarra, que hasta entónces
Embargado de gozo y de ternura
Apénas alentó : "no reconoce
"Mas voluntad mi pecho que la vuestra^
4' Obedeceros es mi único norte,"
" M i solo afán el ser vuestro consuelo ;
Y vengándoos de pérfidos traidores,
Vuestra inocencia demostrando al mundo,
La gloria restaurar de vuestro nombre."
Tembló el anciano al escuchar al hijo :
De gozo y de terror su faz cubrióse
Alternativamente; y en un punto
Brillaron los fulgentes arreboles
De esperanzas altísimas en ella,
Y del espanto y desaliento atroces
Las pavorosas nubes la cubrieron.
Quedóse mudo un breve espacio, inmoble.
Triunfando en su pecho las ideas
De religión, ó acaso los temores
De aun perder aquel hijo inesperado.
De nuevo entre sus brazos estrechóle.
Cual si esconderle en ellos pretendiera,"
Y girando la faz sin vista, donde
Se pintaba el horror de quien en torno
Los puñales descubre y gritos oye
De aleves asesinos, que venganza
Escuchando anunciar, tiemblan y corren
A exterminar al vengador, ocultos
Entre las densas sombras de la noche 5
** No pienses tal, mi bien; nunca, hijo mió,"
Le contexto con penetrantes voces :
£í ¡Exponer tu existencia por vengarme!
" Jamas, jamas....¿ Qué importa de loshombm
" L a opinión, si los cielos mi inocencia
Y mi lealtad, y mi honradez conocen?
No quiero, no, venganzas, hijo mió.
Funestas siempre á quien tras de ellas corre."
"Perdonados están mis enemigos :
"Perdonados están. Dios me perdone
" Como yo los perdono. Hijo del alma!
" Tú exponerte? jamas !!!"—"Padre," responde
El gallardo mancebo, " padre mió! —
"¿Y vengo á pronunciar tan dulce nombre,
" Para que el hijo del traidor me llamen,
6 Y ser ludibrio y maldición del orbe
'¿Para al triunfo servir de la impostura,
Y perpetuar, en vez de sangre noble.
Una sangre afrentada, envilecida? —
¿Para heredar en fin esos borrones,"
"Que de este alcázar la fachada enlutan
" Gritando infamia con eternas voces ? " —
Se escandeció la faz del ciego Lara
Al escuchar al generoso joven,
Cuyas palabras como rayos fueron
Que penetrando en el helado bosque,
Por mas que esté de nieves abrumado,
Lo incendian al momento. Estremecióse
Gústios de Lara : el fuego de su hijo
Fulminante abrasó su pecho noble;
Y la resignación ó indiferencia,
Que el padecer, la edad, las aflicciones,
La religión, y hasta el despecho mismo
Dieron á su alma helada, disipóse.
En aquel tiempo renaciendo en ella
El amor á la gloria. De su nombre
La infamia y el baldón de su familia,
Que ya en él no concluye, y los horrores
Du su afrentosa situación de pronto
Descubre, y asombrado reconoce
Y que ni hijos, ni bienes, ni descanso
La deshonra compensan.—Encaróse
( Cual pudiera gozando de la vista)
Con Mudarra, dei seno separóle,
Poniéndole ambas manos en los hombros,
Y dijo en voz solemne :¿ " Eres tú, ó jóven,
''Ministro de las iras del Eterno?
" ¿Será tu esfuerzo tal, di, que me borre"
" Esos signos de afrenta, y que restaure
" De mi familia el calumniado nombre ?"....
No pudo proseguir 5 fué harto violento
El cambio repentino de pasiones
Que su cascado corazón sintiera.
Agitación terrible conmovióle,
Y embargada la voz, convulso todo,
En el cuello del hijo reclinóse.
Tomando la palabra en aquel punto
Zaide, el prudente Zaide, que hasta entónces
En ternísimas lágrimas deshecho.
Mudo, cual los demás expectadores,
De hijo y padre la escena contemplaba,
Prorumpió en firme acento : "Reconoce,
O Lara insigne, al que en tus brazos tienes
" Cual mensajero del Autor del orbe
Él te lo envía á demostrar al mundo
Que nunca deja impunes los atroces
Crímenes, y que siempre á la inocencia
Da su eterna justicia vengadores."
' ' E l cielo con prodigios lo ha mostrado,
Y alto principio lia dado ya este joven
A su santa misión. Sí, Gústios Lara,
Para que le dé cima y la corone,"
" A tus plantas le traigo. Es hijo tuyo -,
Mas solo fuera un infortunio enorme
Un hijo, en tus terribles circunstancias.
Si de tu casa, de tu gloria y nombre"
"Restaurador no fuera. Ánimo, amigo :
Hijo y vengador tienes. Lo dispone
Así el Omnipotente, y sus decretos
Se cumplen á despecho de los hombres."—
Al acento de Zaide, recobrado
Tornó en sí Lara, y extendiendo á donde
La voz oyó , los brazos, " Zaide '. " grita,
" Mi generoso Zaide !...llega, corre"
" A abrazarme....Despues dea Dios, amigo,
A ti solo deudor se reconoce
Este anciano infeliz de la alta dicha,
Que fin á todos sus desastres pone
Llega á mis brazos, vuela...Y tú, fiel Ñuño
Ven y estrecha en los tuyos á este joven.
Hermano es, ay! de aquellos que educaste 5
Reciba también este tus lecciones."
" Vos, ó arcipreste, al Dios de tierra y cielo
Con sacros himnos y con santas voces
Gracias solemnes dad, y suplicádle
Que á estehijo de mi amor nunca abandone."
" Y vosotros, ó ilustres caballeros,
Mis parientes y fieles servidores.
Ved al que el brazo del Señor me envía
Para heredero de mi casa y nombre.''
** Reconocédle como á tal : de Sálas
Será, como lo fueron sus mayores.
El padre y defensor ^ y vuestros hijos
La victoria hallarán tras sus pendones."
Dijo el anciano : enmudecido Zaide
En sus trémulos brazos arrojóse :
Ñuño con gran cariño de Mudarra
Besó la ardiente faz. El sacerdote
Al artesón las palmas levantando,
En un Te Denm prorumpió; y al joven
Cercando los hidalgos y escuderos,
Hincada una rodilla, en altas voces
Le rinden de lealtad el homenaje,
Y futuro señor le reconocen
Del estado de Sálas : ofreciendo
La antigua estancia, á inedia luz entonces,
Un cuadro digno deque el gran Velázquez,
Gloria de los pinceles españoles,
O el insigne Rembrant, ejercitaran
En él su ingenio y mágicos colores.
| 18romance_arte_mayor
|
áoy la virgen misteriosa
De los últimos amores,
Y ofrezco un lecho de flores
Sin espinas ni dolor,
Y amante doy mi cariño
Sin vanidad ni falsía;
No doy placer ni alegría;
Mas es eterno mi amor | 15octavilla
|
A contemplarlo en la desierta plaza
nos paramos los dos,
y «ése -me dijo- es el cabal emblema
de mi constante amor». | 23cuarteto_lira
|
Al Señor Corpus Cristi,
háganle fiestas
y verán con la Forma
que les festeja,
pues luego
regala con su Cuerpo
y atiendan
que una blanca le cuesta,
la joya
nos la dará en su gloria. | 16chamberga
|
Natura de lobas son
ciertamente en escoger,
de anguillas en retener,
en contrastar de erison,
no estiman virtuf ni alteça,
seso, bondat nin saber,
mas catan abinentesa,
talle de obrar, é franquesa,
do puedan bienes haber. | 38novena
|
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello; | 24cuarteto
|
Así el alma se desagua
cuando va de culpas llena.
¡San Juan y la Magdalena!
Un baño parece el agua. | 19redondilla
|
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. | 7serventesio
|
No tengas selitos
ni pases fatigas,
compañera mía, que no quiero á naide
mientras tú me bibas. | 26seguidilla_gitana
|
Las dádivas desmedidas,
los edificios reales
llenos de oro,
las vajillas tan fabridas,
los enriques y reales
del tesoro; | 12sextilla
|
En la falda del Kar, cuya ardua cumbre
atalaya es del mar Mediterráneo,
que émulo del hispano Caridemo
contrapone el Atlante mauritano;
allí, donde las ruinas de Tagaste
ofrecen suntuosos desengaños
a la humana soberbia en mil fragmentos
que el tiempo perdonó de industria acaso;
desde donde los altos homenajes
de los muros de Orán, blasón preclaro
del católico esfuerzo resplandecen,
cuando no asustan con tronantes rayos;
allí, donde las ramas enlazadas
del fresno verde, del taray copado
al claro sol la entrada dificultan,
y hermoso pabellón tejen al campo;
Basir y Amar, honor de la Numidia,
ambos pastores, y soldados ambos,
en cuya mano un instrumento mismo
tal vez es alcabuz, tal vez cayado;
músicos y cantores, cuyas gracias,
unidas a un espíritu gallardo
probado en lides mil, los acreditan
Martes de Libia, Orfeos africanos;
guiados de unos mismos pensamientos,
amantes igualmente y desdeñados,
sobre el florido césped descansaban,
si en quien ama se puede dar descanso.
Y viendo que, tranquilos por el bosque
la verde grama peinan sus ganados,
y a insultos militares prevenidos
tascan los duros frenos sus caballos;
templados los nudosos albogones,
con que Pan el primero trilló el labio,
de su amor y armonía el dulce duelo
empiezan, voz y música alternando.
El vulgo de los árboles parece
que atento escucha sus acentos blandos,
que no es nuevo milagro en la armonía
dar sentido a los troncos y peñascos.
Desdenes de Jelifa Basir llora,
y Amar llora de Jaira el pecho helado.
¡Dichosos en llorar sólo rigores!,
¡infeliz del que llora desengaños!
Como un mismo dolor los afligía,
ambos a un mismo tiempo suspiraron,
siendo en los dos el aire del suspiro
alma del instrumento, voz del canto. | 18romance_arte_mayor
|
¡Oh, canas de los viejos ermitaños
que, cual nieve de cumbres desoladas,
no las vieron brotar ojos extraños,
ni alisaron jamás manos armadas!,
¡oh, canas de los viejos ermitaños! | 32quinteto
|
Canta en la noche, canta en la mañana,
ruiseñor, en el bosque tus amores;
canta, que llorará cuando tú llores
el alba perlas en la flor temprana. | 24cuarteto
|
Do vive el blando amor, vive la risa,
y a donde muere, muere nuestra vida,
y el sabroso placer se vuelve en llanto,
y en tenebrosa sempiterna noche
la clara luz del sosegado día,
y es el vivir sin él amarga muerte. | 39sexteto
|
Soy el hada blanca que deja el camino
fatal de la Vida regado de luz;
que enciende en las almas un fuego divino;
que oculta al humano su pobre destino
y de su existencia suaviza la cruz. | 32quinteto
|
Cercaban entorno la bestia caida
otra mil bestias maguer diferentes:
y de su muy gran caida gimientes
y no de su culpa cevil cometida.
No pienso que pluma ni mente leida
podría decir ni pintar por entero
la fea visión del caído Lucero,
y de su malina batalla vencida
con la potencia de Dios verdadero. | 38novena
|
Un licenciado de un ingenio inmenso
es aquél, y, aunque en traje mercenario,
como a señor le dan las Musas censo; | 33terceto
|
¿Qué se hicieron las damas,
sus tocados y vestidos,
sus olores?
¿Qué se hicieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel danzar,
aquellas ropas chapadas
que traían? | 31estrofa_manriqueña
|
Caluroso, al arroyo da las manos,
y con ellas las ondas a su frente,
entre dos mirtos que, de espuma canos,
dos verdes garzas son de la corriente.
Vagas cortinas de volantes vanos
corrió Favonio lisonjeramente
a la de viento, cuando no sea cama
de frescas sombras, de menuda grama. | 2octava_real
|
«El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
infernales; | 12sextilla
|
Pero digo que acompañen
y lleguen hasta la huesa
con su dueño:
por eso no nos engañen,
pues se va la vida apriesa
como sueño; | 12sextilla
|
Su horrenda voz, no su dolor interno,
cabras aquí le interrumpieron, cuantas
-vagas el pie, sacrílegas el cuerno-
a Baco se atrevieron en sus plantas.
Mas, conculcado el pámpano más tierno
viendo el fiero pastor, voces él tantas,
y tantas despidió la honda piedras,
que el muro penetraron de las hiedras. | 2octava_real
|
¿Amariya y con ojeras?...
No le preguntes qué tiene;
que está queriendo e beras. | 30soleá
|
Del cielo descenderá
y en carne será presente
a juzgar toda la gente
el Rey que siempre será
el incrédulo y el fiel
verán a Dios poderoso,
con sus santos glorïoso
desde el siglo en el fin dél. | 28copla_castellana
|
Entramos por la escureza
del triste lugar ete[r]no,
a do vi tanta graveza
bien como en el ynfierno.
Dédalo, [quel] grand quaderno
[obró] de tal gumetría,
por cjerto aquí cesaría
su saber, si bien disgierno. | 15octavilla
|
la cual, de error armada y de arrogancia,
quiere canonizar y dar renombre
inmortal y divino a la ignorancia; | 33terceto
|
Con penas m'acuesto
con más m'alebanto;
la curpa la tiene mi compañerita,
por quererla tanto. | 26seguidilla_gitana
|
Una cana orgullosa es una cana
rodeada de laurel y flores blancas. | 3couplet
|
Yo la vestimenta de Pierrot tenía,
Y aunque me alegraba y aunque me reía,
Moraba en mi alma la melancolía. | 42terceto_monorrimo
|
A fe que de mi amador
Sospechar nunca pudiera
Que tan presto convirtiera
A Cupido en orador.
Mas faltan al trovador,
Para cautivarme, galas.
No son las endechas malas;
Pero yo nunca he podido
Imaginarme un Cupido
Con levi-sac y sin alas. | 13espinela
|
Pasó mil caminantes
sobre sus hombros,
y sin tomarles mucho
cargó con todo;
el paso
fue del río mal vado
sus mañas
vio, y por todo pasaba,
pues siempre
le siguió la corriente.
| 16chamberga
|
¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar. | 5cuarteta
|
Claro de luna,
dile que vuelva pronto.
Nunca la olvide. | 8haiku
|
Nubes de tempestad que rompe el rayo
y en fuego ornáis las desprendidas orlas,
arrebatado entre la niebla obscura,
¡llevadme con vosotras! | 23cuarteto_lira
|
Cuando te beo bení,
son jachares pa mi bata
y alegría para mí. | 30soleá
|
No digáis: Ayúdeos Dios
si los podéis socorrer
de presente;
porque si mucho dio a vos,
fue para dar de comer
al paciente. | 31estrofa_manriqueña
|
Subsets and Splits